Llegó el COVID-19, y de repente el mundo se paró. Muchas cosas de nuestra vida diaria se tuvieron que ajustar a un mundo virtual. Compras en línea, reuniones sociales en línea, trabajo en línea y hasta psicoterapia en línea.
La psicoterapia casi siempre ocurría en un consultorio, donde el terapeuta y cliente estaban físicamente presentes. Ahí, el terapeuta escucha activamente al cliente, es decir, no solo las palabras que dice, sino que también observa con cuidado el tono de voz, los movimientos del cuerpo y su nivel energético. En ese mismo espacio el cliente aprende reconocerse, explorarse y buscar bienestar.
Gracias a la tecnología, y antes de la llegada de COVID-19, la psicoterapia ya había comenzado a explorar la opción de terapia en línea. Sin que esto signifique que no exista una conexión entre ambos, o que sea un trabajo más superficial. Al contrario, a pesar de la distancia física, la terapia en línea nos permite tener una cercanía virtual poderosa y compasiva.
Ahora que trabajo a la distancia, sigo notando con sumo cuidado el tono de voz, gestos, posturas y el contexto alrededor de mis clientes. Estoy presente para los otros en cada sesión independientemente de la distancia física, pero lo que más me asombra, es cómo los clientes tienen más conciencia de sí mismos; de lo que sienten y piensan. Lo que les hace desarrollar una poderosa herramienta hacia el autoconocimiento.
Los cambios nos arrojan a reinventar lo que hacemos. A sacar el yo creativo a que explore distintas opciones de cómo poder hacer que la terapia en línea sea una experiencia de acompañamiento en la distancia; y más importante, que te sientas valorado y acompañado en tu propio proceso.
1. ¿Cómo funciona?
- Se puede usar el teléfono, chat o una sala virtual.
- En vez de verte con el terapeuta en un consultorio, te ves en una sala virtual.
- Dura entre 50 a 60 minutos.
- Se pueden tratar temas como depresión, ansiedad, miedo, estrés, y muchos más.
- Aplica para terapia individual, en pareja y hasta grupal.
2. Beneficios de Terapia en línea
- Estas en la comodidad de tu casa, oficina o jardín.
- Puedes trabajar con terapeutas en otra parte del mundo.
- terapia en tu idioma, si vives fuera de tu lugar natal.
- Te olvidas de trasladarte en horas picos.
3. ¿Qué se necesita?
- Una Buena conexión a internet
- Una buena cámara.
- Un lugar donde puedas charlar libremente.
- Un café, té o limonada para acompañar (sugerencia).
4. ¿Qué hay sobre la confidencialidad?
Es totalmente confidencial y seguro. En Ontario, Canadá (donde yo resido y practico) los psicoterapeutas registrados nos regimos por el Health Insurance Portability and Accountability Act, el cual nos indica utilizar aplicaciones que protejan la información de nuestros clientes. Yo uso Doxy.me, por ejemplo.
Platícame abajo, ¿has probado terapia en línea? ¿Te atrae? ¿Tienes alguna pregunta?