Las lágrimas siempre buscan su cauce

Las lágrimas siempre buscan su cauce

Entré al a tina y lloré. Comencé con un sollozo. De esos que sientes que el cuerpo se comienza a calentar de manera repentina. La regadera estaba abierta al máximo. Sentía el agua más caliente de lo normal. De pronto solté todo. Llegó un dolor en el pecho tan grande,...